“Loado seas mi Señor por la
hermana agua, la cual es muy útil
y humilde y preciosa y casta”
San Francisco de Asís
San Francisco de Asís, llamó al agua “hermana”, hace 8 siglos que intuyó el valor de este elemento, y le dio una categoría ontológica que, aún hoy, está tan alejada de la realidad que vivimos a diario los seres humanos...
Esta “hermana” es una de las sustancias más notables del Universo. La vida tal cual la
conocemos no existiría sin ella. Además de ser el elemento primordial para las necesidades humanas, posee propiedades tales como su gran poder expansivo por debajo de los 4°C, su capacidad como solvente, las limpiezas que realiza en la atmósfera con cada lluvia, etc.
En ella se inició la vida hace millones de años y prácticamente en casi todos los sitios dondequiera que la encontremos en forma líquida esta se encuentra presente; por ejemplo hay organismos unicelulares que viven en el agua que puede adherirse a un grano de arena, algunos tipos de algas se hallan sólo en las superficies inferiores en fusión de los témpanos de hielo, ciertas bacterias viven muy a gusto en el agua casi hirviendo de las fuentes termales, en el desierto las plantas cumplen su ciclo de vida luego de una única lluvia, en las selvas el agua que se almacena en las hojas y en las plantas epífitas es hogar para miles de pequeños organismos que crecen, se reproducen y mueren..., etc.
Si bien el agua es uno de los recursos naturales más abundantes (cubre las ¾ partes de la superficie terrestre), alrededor del 97% se encuentra en los océanos y mares en forma salina, no apta para consumo y riego; el 3% restante es agua dulce, pero sólo el 0,03% corresponde al agua “disponible” y de rápida renovación para todo uso humano (aquí excluimos al agua subterránea ya que su tiempo de renovación es relativamente lento, alrededor de 300 años, dependiendo de su profundidad y grado de confinamiento; de todos modos dicho compartimento contiene sólo el 0,6% del total del agua planetaria).
Cuando vemos esta cifra podríamos preocuparnos, sin embargo es necesario destacar que el agua de ríos, lagunas, lagos, atmósfera y suelo tienen una velocidad de reposición alta, pero el problema está en que hemos utilizado este recurso con total irresponsabilidad perjudicando tanto la cantidad como la calidad. Ella ha recibido y recibe los residuos cloacales de la población, los químicos de las industrias y miles de contaminantes en todo el mundo; se puede afirmar que la estamos desperdiciando y envenenando en casi todas partes.
Algunas cifras pueden ilustrar el tamaño de este deterioro: Cada día se vierten en
el mundo 2.000 millones de toneladas de desechos en los cuerpos de agua; cada año mueren 2,2 millones de personas por enfermedades causadas por agua contaminada y saneamiento deficiente;
Europa tiene sólo 5 ríos de sus 55 principales, sin contaminar; en USA el 40% de las aguas superficiales no son aptas para bañarse o pescar y el 48% de los lagos son eutróficos (= situación de deterioro progresivo de un ecosistema acuático a causa del enriquecimiento de nutrientes tales como el Nitrógeno y Fósforo, producidos por la actividad agrícola en los alrededores y por efluentes cloacales sin tratamiento); los 14 ríos principales de la India están contaminados transportando anualmente 50 millones de m3 de aguas negras sin tratar; América Latina sufre la progresiva contaminación de sus ríos por la incontrolada actividad industrial y el volcamiento de desechos domésticos sin tratar; Argentina posee uno de los ejemplos más escandalosos de corrupción y desidia con el caso de la cuenca Matanza-Riachuelo, dicha cuenca recibe a diario 368.000 m3 de residuos domésticos y 88.000 m3 de industriales, poseyendo sus lodos altas concentraciones de diferentes metales pesados, con un evidente impacto en la salud de la población que vive en el área de la cuenca, siendo mayor en las poblaciones ribereñas.
El Río de la Plata, además de recibir el tributo del Riachuelo, recibe los contaminantes de otros ríos como el Reconquista, Paraná y Uruguay, estimándose (según cifras de la ex Aguas Argentinas) en un volumen diario de 2.300.000 m3 de residuos cloacales y 1.900.000 m3 de industriales; la inmoral actividad Minera a cielo abierto, en las zonas cordilleranas del país, por tanto productoras de agua, utilizan por mes, entre otras cosas, 360 Toneladas de Cianuro de sodio y enormes volúmenes de agua en regiones áridas generando un impacto ambiental de serias consecuencias, además de estar ejerciendo una enorme presión lobbista para instalarse en diversos sitios, los que serán saqueados sin piedad, con una impúdica complacencia de la clase política pero con una gran y digna resistencia popular; la fábrica finlandesa de pasta celulósica BOTNIA instalada con total autoritarismo en las márgenes del Río Uruguay y que ha causado un serio conflicto entre Argentina y Uruguay, utilizará 80.000.000 de litros de agua por día para producir materia prima para el despilfarro de papel que hacen los países del Norte; y podríamos continuar con un extenso etcétera.
Hoy nuestro planeta se enfrenta a una crisis seria de progresiva escasez. Los especialistas preven que para el año 2025 el déficit afectará a unas 3.000 millones de personas y que hacia esos años muchos conflictos bélicos serán por causa del agua. Es urgente pensar cómo mejor aprovechar este recurso, cómo utilizarlo de manera inteligente y respetuosa, no puede prevalecer las reglas del mercado frente a algo tan sagrado y tan imprescindible!. Necesitamos reflexionar acerca de los serios problemas ecológicos que causamos como especie y que afectan directa o indirectamente al ciclo hidrológico. ¡Sí! el calentamiento global, por el abuso en la utilización de los combustibles fósiles y el falso paradigma del consumismo, es uno de ellos. Y los mayores responsables son las Corporaciones Multinacionales y los países del hemisferio norte que representan tan sólo el 20% de la población mundial.
Estos simples y pocos datos dibujan apenas la realidad sobre la “hermana agua” y el atropello al que está siendo sometida, pero creemos que nos interpelan lo suficiente para revisar nuestra actitud frente a ella. Como cohabitantes con el resto de los seres de esta única casa que es el Mundo, tenemos el deber de levantar la voz poniéndonos a favor de nuestra “hermana-madre Tierra”, oponiéndonos a todo lo que pueda dañarla, de modo que intentemos reparar nuestros errores con acciones concretas utilizando nuestra inteligencia “sabiamente”. Tal vez, cuando entendamos que somos una pequeña y privilegiada parte de la trama de la vida, comenzaremos a re-descubrir el valor de todo lo que existe, entonces, habremos empezado el camino de saber vivir y con-vivir...
No hay comentarios.:
Publicar un comentario